Granollers, 17 de octubre. La Unió d’Empresaris d’Automoció de Catalunya celebró la semana pasada su ya tradicional encuentro anual de talleres ubicados en la zona de Osona, Ripollès y Berguedà, con una asistencia representativa de los talleres de reparación de la zona.

Este año los talleres fueron convocados bajo la atrayente cuestión de “cómo será el taller del futuro”.  Para iniciar el debate se planteó una primera exposición sobre el momento actual, con referencias a la evolución que ha sufrido el sector durante su historia. “Echando la mirada atrás se puede comprobar que los cambios en los últimos años han sido muy importantes en paralelo al acelerado cambio tecnológico de los automóviles. Eso nos ha obligado a invertir en equipamiento y formación. Si hemos llegado hasta aquí ha sido gracias al esfuerzo profesional realizado, tanto desde el punto de vista técnico, necesario para poder reparar todos los vehículos que tenemos actualmente en el mercado, como de servicio al cliente,   para atender a las nuevas exigencias de sus propietarios”, señalaba Domingo Comas, presidente de Unió d´Empresaris.

A pesar de que el sector ha demostrado intención y capacidad para adaptarse a los cambios y tiene voluntad para seguir haciéndolo,  se puso de manifiesto durante el acto que, en estos momentos, hay muchos factores que apuntan a un futuro  incierto para los talleres, en la idea de que “todo lo que se ha hecho hasta ahora no tiene nada que ver con lo que en el futuro nos espera”.

“Es una realidad que los nuevos vehículos que vendrán o que ya están en el mercado son muy diferentes a los que circulaban por nuestras carreteras hace diez años, como lo es también  la necesidad de formarnos en  las nuevas tecnologías (híbridos, eléctricos, gas, etc.). Todo ello implicará asimismo contar con nuevas herramientas de trabajo y evidentemente un presupuesto más elevado en infraestructura”, añadía Comas.

Con relación a las transformaciones en los clientes,  los talleres presentes  estuvieron de acuerdo al considerar que el trato con ellos será más complejo, ya que el automovilista tipo tradicional cambiará tanto de actitud como de costumbres y se incrementará el número de operaciones con grandes clientes,  como compañías de seguros, empresas de  renting y alquiler, centrales de compras, y otras tipologías todavía desconocidas seguramente.

Sobre la velocidad de los cambios, se hizo referencia también a los vehículos que actualmente son mayoritarios en el parque, automóviles “convencionales” que  no desaparecerán del mercado y que evidentemente se continuarán reparando y supondrán un buen pilar para afrontar los cambios del mercado paulatinamente.
“La conclusión final es que, mientras haya vehículos, siempre será necesario que haya talleres para atender sus necesidades. La clave de futuro estará en ir adaptándose a los nuevos vehículos y a los nuevos requerimientos de sus propietarios”, concluye Carles Torras, secretario general de Unió d´Empresaris.