Tras la aprobación de un nuevo Real Decreto, cuya publicación en el BOE estamos esperando.

Madrid 31 de octubre de 2017.- En 2018, los centros de inspección técnica de vehículos dispondrán de los nuevos dispositivos de lectura del sistema de diagnóstico a bordo (OBD) que permitirán inspeccionar los sistemas de seguridad electrónicos y de control de emisiones que establece el nuevo Real Decreto de ITV. Las entidades que prestan el servicio de ITV en nuestro país reaccionan con prontitud para cumplir este Real Decreto que entrará en vigor el 20 de mayo de 2018 y en el que se revisa la regulación del sector, transpone la Directiva 2014/45/UE y unifica los dos Reales Decretos sobre ITV vigentes actualmente.

AECA-ITV, la asociación que engloba a las empresas encargadas de la inspección técnica de vehículos a nivel nacional, ha pedido la colaboración de los fabricantes de equipos de diagnosis (representados en la patronal AFIBA) para realizar una serie de pruebas y confirmar la viabilidad de los procedimientos de control. La norma obliga a las estaciones de ITV a disponer de herramientas de lectura del sistema de diagnóstico (estándar OBD en Europa) que se conectan con los ordenadores de a bordo de los vehículos e informan de los posibles defectos o averías de los sistemas electrónicos a controlar.

Para dicha implementación se ha determinado una primera fase (antes de finales de año) en la que los equipos deberán ser capaces de comprobar una serie de elementos entre los que cabe destacar: el sistema de identificación del vehículo y el kilometraje; los sistemas electrónicos de estabilidad (ESC), el sistema antibloqueo de frenos (ABS), el sistema de retención (airbags, pretensores, SRS), los sistemas de alumbrado y señalización, etc.

En una segunda fase se ampliarán estas pruebas a otros sistemas electrónicos, como los sistemas de visión de cámara nocturna, regulador activo de velocidad, corrector automático de los faros, nuevos sistemas de iluminación, entre otros.

Las pruebas se realizarán mediante la comunicación directa e interactiva entre las herramientas de diagnóstico y el propio sistema electrónico del vehículo analizado. De esta manera, las ITV tomarán la experiencia y conocimiento previo necesario, antes de que estas pruebas sean obligatorias y con efectos de posibles rechazos en ITV, al objeto de evitar accidentes, salvar vidas, y contribuir a la mejora del medio ambiente y la seguridad vial.