Tras la asamblea, tuvo lugar el encuentro anual de talleres de la zona del Vallés, que versó sobre el taller del futuro y la capacidad de las empresas del sector para adaptarse a los cambios

Granollers, 11 de abril. La Unión de Empresaris d’Automoció de Cataluña ha celebrado recientemente su asamblea general ordinaria anual, bajo la presidencia de Domingo Comas y con la asistencia de un centenar de personas en representación de los talleres asociados.

Según el orden del día establecido, se aprobaron por unanimidad, el estado de cuentas de la entidad, las gestiones realizadas durante 2017 y el presupuesto para el presente ejercicio.

Punto importante este año era la renovación de Junta Directiva. Domingo Comas fue ratificado por presidir la entidad durante los próximos años. Le acompañarán en su quehacer, como vicepresidente primero, Fermi Nadal; como vicepresidente segundo y tesorero, José Villagrasa; en el cargo de vicepresidente tercero y delegado de zona de Osona, Jaume Molist; como delegado de la zona del Maresme, Miquel Tripiana; delegado de zona del Baix Empordà,  Jesús Martínez; delegado del Alt Empordà, Esteve Pardàs;  y, como vocales,  Francisco Ausa,  Joan Argemí, Xavier Palet, y Pedro Tuset. Se ratifica asimismo a Carles Torras como secretario general de la entidad y a Lourdes Maymó como adjunta a secretaría.

A continuación se celebró el encuentro anual de talleres de la zona del Vallès con el tema «El taller del futuro«. Durante esta jornada el Secretario General de la entidad hizo un repaso histórico de la evolución de los talleres de reparación desde los años 70 hasta el día de hoy, en la que se demostró la capacidad de adaptación y superación de las empresas del sector ante las nuevas tecnologías que han ido apareciendo en el tiempo.

Después, se llevó a cabo una mesa redonda y un posterior debate, presidida por el presidente, Domingo Comas, y los vicepresidentes José Villagrasa y Fermi Nadal, en la que se debatió sobre el taller del futuro.

Después de varias intervenciones de los miembros de la mesa y de los asistentes se llegó a la conclusión de que el futuro no es complicado, sino complejo y que cada taller tendrá que analizar internamente dónde quiere llegar y los costes que realmente necesita para asumir los retos que el mercado propone. La conclusión general fue positiva: hay futuro para los talleres con vocación de adaptarse a los nuevos tiempos, nuevos vehículos y nuevos hábitos del consumidor.